viernes, 24 de febrero de 2012

A veces me siento bipolar.

Sí, en esos días en los que siento que me puedo comer el mundo y que me lo puede sudar todo y al rato pienso que estoy haciendo una gran estupidez pensando así.
En esos días en los que algo me da igual y al día siguiente estoy triste por eso.
¿Hola? Nunca he sido bipolar. Así que por favor, queridas sustancias químicas de mi cerebro, volved a vuestro puto sitio.

lunes, 2 de enero de 2012

¿Quién dijo que el Heavy Metal no era buena música si no ruido?

Dead Memories.

Sentado en la oscuridad, no puedo olvidar
Incluso me doy cuenta que la hora nunca va a llegar
Otra historia de píldoras amargas del destino
No puedo volver de nuevo...
No puedo volver de nuevo...

Pero me pediste que te quisiera y lo hice
Negocié mis sentimientos por un contrato al que me comprometí.
Y cuando escapé lejos, yo solo tan lejos.
El otro yo está muerto
Oigo su voz dentro de mi cabeza...

Nunca estuvimos vivos
y no naceremos de nuevo.
Pero nunca sobreviviré
con memorias muertas en mi corazón.

Memorias muertas en mi corazón.

Me decías que te amara y lo hice
Atada mi alma en un nudo, me obligué a renunciar.
Entonces, cuando escapé lejos, mantuve mis cicatrices.
El otro yo se fue.
Ahora no sé adonde pertenezco...

Nosotros nunca vivimos,
y no naceremos de nuevo.
Pero nunca sobreviviré
con memorias muertas en mi corazón.

Memorias muertas en mi corazón.

Visiones muertas en tu nombre.


Dedos muertos en mis venas.

Memorias muertas en mi corazón.

martes, 22 de noviembre de 2011

Sinceramente, cada vez me lo sudas más.

Es tal el odio que te tengo que me lo sudas. Me encanta la forma en la que en tu mundo crees que te he hecho daño, en la que comparas nuestra dolorosa relación con un puto mapa. Un puto mapa que yo he pintorrajeado. 


El tuyo, como no, el que he destrozado día a día dejándolo vacío y sin un mínimo atisbo de vida. Pues entonces, diría que fuiste tú la que destrozaste "mi mapa". Le dabas tan poca importancia a tus acusaciones...A tus malos modos conmigo, a la pérdida de respeto por tu parte hacia mi. Realmente, me quedo corta, pero sinceramente, no soy una irrespetuosa. Ahora es cuando me doy cuenta de mi pérdida de tiempo, ahora es cuando leo trozos de nuestras conversaciones y veo la forma en la que me tratabas. La forma en la que intentabas meter en mi cabeza ideas equivocadas.


No estabas segura si te hacía feliz estar conmigo o no, me hacías daño constantemente, lloraba a todas horas y me sentía como una puta mierda.


Me alegra saber que no lo soy. Me alegra recuperar mi autoestima. 


¿Creías realmente que lo nuestro tenía solución? Eso es lo que más gracia me hace, que de los 13 meses de relación, en los 3 últimos me hubieras tratado así, hubieras soltado toda tu crueldad de golpe haciéndome daño de forma tan fácil y pensaras que tenía solución...Que te iba a perdonar todo, que era una gilipollas que iba a soportar el dolor por alguien que no me merecía ya la pena.


Ahora es cuando me doy cuenta de la falsedad de tus palabras cuando decías que yo era el amor de tu vida y que iba a durar para siempre. Estaba tan convencida que era así...No sé como lo hiciste, pero te creí. Supongo que el amor me cegó, que no supe ver el monstruo que se ocultaba bajo tu piel.


Decías que yo te aburría y que yo sabría si me sentía querida o no (a mi pregunta de si seguías enamorada de mi).


Todo eso me hizo despertar de mi profundo sueño, ahora que he encontrado mi felicidad no me la vas a arrebatar.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Ya no sé que hacer.

Personalmente, siento como en mi corazón afloran muchos sentimientos, que todos parten del mismo punto, no sé como enfocarlos, como ordenarlos y expulsarlos hacia fuera.
No sé como coño decir todo lo que siento, porque sinceramente, no sé si sonará o bien muy cursi o muy poco creíble...Algún día lo conseguiré, o eso al menos espero.


Me tiro todas las mañanas pensando en lo mismo, imaginándome cosas preciosas, cosas que necesito hacer ya o mi corazón empezará a desgarrarse poco a poco. Sufriendo con cada desgarre, con cada puñalada.


En definitiva, o me lanzo o pierdo.